Hoy he descubierto lo que puede doler el amor.
El amor duele mucho más que cualquier otra cosa, el amor duele más que la muerte, el amor duele más que una ostia, el amor duele más que el bullying.
Duele mucho hacer daño a quien amas, duele mucho más que ser dañado de la misma manera.
El sentimiento de culpabilidad por haber hecho daño a alguien a quien amas duele mucho más que si esa persona te hace daño a ti.
Ahora mismo estoy en un punto de incertidumbre, estoy totalmente en sus manos, él decide ahora si todo sigue adelante o si todo se acaba. De él depende ahora mi vida, de él depende ahora mi sonrisa, mis ganas de vivir, mi alegría. Si algo me tranquiliza es que estoy segura de que hará lo mejor para él, no me podría volver a permitir que lo pase mal. Lo amo muchísimo, lo amo más de lo que me amo a mí.
Solamente al oír "he pasado muy buenos momentos contigo pero..." me ha destrozado, me ha roto, me ha matado, no podía seguir oyéndolo sin que el mundo se me cayese encima, no podía seguir oyéndolo sin que se me encogiese el corazón, hasta podría asegurar que se ha parado por un momento.
Todo empieza con un "vamos a darnos un tiempo..." y acaba con una despedida, con un adiós, con mover la mano mientras se iba en el autobús.
No puede ser, no quiero que ese adiós sea para siempre, no puede ser... Lo amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario